Estudio revela fragilidad de la “primera generación” que entró a la universidad



Chile se ha hecho conocido en el mundo por masificar el acceso a la educación y a la vivienda antes que muchos otros países de América Latina. Los logros en cantidad, sin embargo, no van de la mano de la calidad. Las vulnerabilidades de la “primera generación” de jóvenes que accedieron masivamente a la educación superior son prueba de ello. Un número importante desertó, porque la plata no les alcanzó para pagarse los estudios.



Por Pía Torres y Marcela Ramos

Hay una estadística sobre el Chile reciente que llena de orgullo al ex Presidente Ricardo Lagos, y hasta hoy la menciona en sus entrevistas: “de 10 estudiantes que llegan a la universidad, 7 son la primera generación que accede a la educación superior”.

Este logro es de sus años de gobierno, y vino de la mano de al menos dos fenómenos: la masificación de las instituciones de educación superior, y la proliferación de créditos para financiar esos estudios.

Sin embargo, como el mismo Lagos ha reconocido, para que un país pueda felicitarse por hechos de ese tipo, hay que asegurarse que los procesos no tengan marcha atrás, que no desarmen a medio camino. Pues bien, algo de eso ha ocurrido con la primera generación que accedió a la educación superior. Ello se desprende de un estudio realizado por dos investigadores del PNUD, Jorge Castillo y Gustavo Cabezas.

A partir de la “Encuesta Preliminar de Estudiantes 2009”, Castillo y Cabezas estudiaron la trayectoria de más de 1.500 jóvenes a nivel nacional, desde que estaban en segundo medio (2003) hasta cuatro años después de egresados (2009). Los investigadores clasificaron a los y las jóvenes en 3 grupos. Uno de ellos eran los “primera generación” y se caracterizaban por haber accedido a la educación superior teniendo padres que no habían llegado a cursar ese tipo de estudios. Del otro lado estaban los “herederos”, quienes habían entrado a la universidad igual que lo hicieron antes sus padres.

¿Qué pasó con estos grupos tras cruzar la puerta de la educación superior? “Del total de jóvenes primera generación, un 20,4% desertó, en comparación al 7,4% del grupo de jóvenes herederos. Esto significa que accedieron a estudios de educación superior y que en algún momento los abandonaron (…) El principal motivo para dejar los estudios superiores, declarado por ellos en la encuesta, son los problemas económicos. El 52% de los jóvenes ‘primera generación’ atribuye a esa causa el hecho de abandonar este tipo de educación”, constatan los investigadores.

Luego concluyen: “Los jóvenes ‘primera generación’ en educación superior, si bien usan estrategias para acceder a este tipo de nivel, de una u otra forma son frágiles”. La principal explicación para ello, dicen, es la falta de recursos: “el factor económico termina pesando mucho al momento de tomar una decisión”.


País de profesores


El factor económico cruza la vida de los jóvenes “primera generación”. Castillo y Cabezas revelan estadísticas que dan cuenta de la precariedad que los rodea. Sus familias suman ingresos por entre los $200.000 y los $300.000 mensuales; y gastan en la educación escolar de sus hijos, en promedio, entre $5.000 y $10.000 mensuales (la colegiatura era gratis para la mayoría, pues egresaron de colegios municipales).

Para financiar los estudios superiores, los “primera generación” se “apoyan en su familia” (49%) o piden un crédito universitario (23%). En el caso de los “herederos”, en cambio, el 68% se “apoya en su familia”.

En la PSU los resultados no son auspiciosos, para ninguno de los dos grupos: el puntaje promedio entre los jóvenes “herederos” es 558 puntos, y en los “primera generación”, 459 puntos. Cerca de la mitad de los “primera generación” entran a la universidad (privadas o tradicionales); y otro porcentaje importante opta por un instituto profesional.

A la hora de analizar lo que estudian, los investigadores llaman la atención sobre lo siguiente: cerca de 1 de cada 4 estudiantes que son primera generación en educación superior cursa estudios de pedagogía. La “Educación” es el área de mayor adhesión por parte de estos nuevos alumnos; en el caso de los “herederos”, en cambio, es Tecnología.



Para leer el estudio de Castillo y Cabezas, hag clic aquí

No hay comentarios: